Johann
Wolfgang Goethe (1749-1832). Nació en Fráncfort del Meno, Hesse, y murió en
Weimar, Turingia. Considerado como el símbolo de la literatura alemana. Poeta,
novelista, dramaturgo y científico, relacionado con el romanticismo alemán. Son
célebres sus obras Las desventuras del
joven Werther, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, Elegías romanas, Fausto, Poesía y verdad...
Los
Epigramas venecianos fueron escritos
en 1790, y publicados —si bien no íntegramente— cinco años después.
Estos
textos breves son interesantes, en tanto muestran otra faceta del “Fénix de Weimar”: una más desacralizada del
genio cuyas últimas palabras fueron: Mehr
Licht!, ¡Más luz!
Nota del traductor. Fiel a la costumbre de respetar la obra
del autor, mantengo la grafía antigua del texto. Así, por ejemplo, Venezianische Epigramme queda Venetianische Epigramme; sein, seyn; Vorteil, Vortheil...
De
Venetianische Epigramme, Epigramas
venecianos.
XVI.
Mache zum Herrscher sich der,
der seinen Vortheil verstehet:
Doch wir wählten uns den, der sich auf unsern
versteht.
Se hace soberano quien comprende
su interés:
pero nosotros elegimos al que entiende
los nuestros.
XXXI.
Das ist dein eigenes Kind nicht, worauf du bettelst,
und rührst mich;
O, wie rührt mich erst die, die mir mein eigenes
bringt!
Ese con el que mendigas no es
tu propio hijo, y me conmueves;
¡Oh, cuánto más me conmovería
aquella que me trajera uno mío!
LIV.
Tolle Zeiten hab’ ich erlebt, und hab’ nicht
ermangelt,
Selbst auch thöricht zu seyn, wie es die Zeit mir
gebot.
He vivido tiempos convulsos, y
no he fallado
en enloquecer también, como el
tiempo me lo exigía.
CVI.
Wundern kann es mich nicht daß unser Herr Christus
mit <Dirnen>
Gern und mit Sündern gelebt, gehts mir doch eben
auch so.
No
me puedo asombrar de que a nuestro señor Jesucristo le gustara
vivir
con prostitutas y pecadores, porque justamente así vivo yo también.
CXXIV.
Das gemeine lockt jeden: siehst du in Kürze von
vielen
Etwas geschehen, sogleich dencke nur: dieß ist
gemein.
Lo
común atrae a todos. Si pronto ves que muchos
hacen
algo, sólo piensa ahora mismo: esto es vulgar.
CXXXIX.
Caffé wollen wir trinken mein Fremder! - da meynt
sie branliren;
Hab ich doch, Freunde, mit Recht immer den Caffé
gehaßt.
—¿Quieres
que tomemos un café, forastero? —Ella quiere decir: te masturbo¹.
Con
razón, amigos, siempre he aborrecido el café².
__________
¹ El verbo branlieren proviene del francés se
branler, masturbarse.
² Y en efecto, Goethe no sólo
detestaba el café, sino también el tabaco, tal como lo manifiesta en el cuarto verso del epigrama
XVIII: “El pueblo busca eléboro, sin prescripción ni médico.”
CLI.
Fürchte nicht, liebliches Mädchen, die Schlange die
dir begegnet!
Eva kannte sie schon, frage den Pfarrer mein Kind.
¡No
temas, encantadora muchacha, a la serpiente con que tropiezas!
Eva
ya la conocía. Pregúntale al padre, mi niña.
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