Bitácora de literatura: traducción de poesía, sátiras, poemas, fábulas, epístolas, epigramas, aforismos, crónicas, antologías...

jueves, 20 de marzo de 2014

Octavio Paz (1914-1998): 50 poemas breves a 100 años de su nacimiento.

Octavio Paz (1914-1998).










Entrevista realizada por Héctor Tajonar en 1993 que se transmitió por primera vez en el programa televisivo Asterisco, en la que Paz responde así sobre sus Obras Completas y la supervivencia de sus poemas:


...la apuesta fundamental ha sido la poesía, y es, dos tomos; es decir, un libro de mil páginas —porque cada tomo va a tener 500 páginas. Bueno, tampoco creo que se van a salvar esas mil páginas. Hablábamos al principio del viento, del tiempo, lo comparamos con el viento que dispersa las páginas; bueno esto es lo que va a ocurrir. Y yo sí pienso que algunos de esos poemas quizá va [sic] a sobrevivir. Bueno, pues mire usted, no, yo apuesto por los poemas, no sé si un poema largo o un poema corto, o un poema de extensión mediana, no sé, eh, no puedo saberlo, pero la poesía —incluso los poemas largos— es tiempo condensado [...] el poema corto es el instante: el principio y el fin están juntos. Es la revelación en su forma más inmediata y más eficaz. Es, diríamos, el relámpago. Y para mí la poesía es eso, un relámpago.  















Dos cuerpos

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.





Frente al mar

4

Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.





Retórica

3

La claridad del cristal transparente
no es claridad para mí suficiente:
el agua clara es el agua corriente.





Epitafio para un poeta

Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.





Las palabras

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.





Mientras escribo

Cuando sobre el papel la pluma escribe,
a cualquier hora solitaria,
¿quién la guía?
¿A quién escribe el que escribe por mí,
orilla hecha de labios y de sueño,
quieta colina, golfo,
hombro para olvidar el mundo para siempre?

Alguien escribe en mí, mueve mi mano,
escoge una palabra, se detiene,
duda entre el mar azul y el monte verde.
Con un ardor helado
contempla lo que escribo.
Todo lo quema, fuego justiciero.
Pero este juez también es víctima
y al condenarme, se condena:
no escribe a nadie, a nadie llama,
a sí mismo se escribe, en sí se olvida,
y se rescata, y vuelve a ser yo mismo.





Lección de cosas

9
Niño y trompo

Cada vez que lo lanza
cae, justo,
en el centro del mundo.



10
Objetos

Viven a nuestro lado,
los ignoramos, nos ignoran.
Alguna vez conversan con nosotros.





En Uxmal

1
La piedra de los días

El sol es tiempo;
el tiempo, sol de piedra;
la piedra, sangre.



2
Mediodía

La luz no parpadea,
el tiempo se vacía de minutos,
se ha detenido un pájaro en el aire.



4
Pleno sol

La hora es transparente:
vemos, si es invisible el pájaro,
el color de su canto.





Piedras sueltas

3
Biografía

No lo que pudo ser:
es lo que fue.
Y lo que fue está muerto.



4
Campanas en la noche

Olas de sombra
mojan mi pensamiento
—y no lo apagan.



6
Visión

Me vi cerrar los ojos:
espacio, espacio
donde estoy y no estoy.



8
Analfabeto

Alcé la cara al cielo,
inmensa piedra de gastadas letras:
nada me revelaron las estrellas.





Madrugada

Rápidas manos frías
retiran una a una
las vendas de la sombra
Abro los ojos
                          todavía
estoy vivo
                    en el centro
de una herida todavía fresca





Aquí

Mis pasos en esta calle
resuenan
                        en otra calle
donde
                oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde

Sólo es real la niebla





Reversible

A Alberto Gironella

En el espacio
estoy
dentro de mí
el espacio
fuera de mí
el espacio
en ningún lado
estoy
fuera de mí
en el espacio
dentro
está el espacio
fuera de sí
            en ningún lado
estoy
            en el espacio
etcétera





Amistad

Es la hora esperada
sobre la mesa cae
interminablemente
la cabellera de la lámpara
La noche vuelve inmensa la ventana
No hay nadie
la presencia sin nombre me rodea





Certeza

Si es real la luz blanca
de esta lámpara, real
la mano que escribe, ¿son reales
los ojos que miran lo escrito?





Identidad

En el patio de un pájaro pía,
como el centavo en su alcancía.

Un poco de aire su plumaje
se desvanece en un viraje.

Tal vez no hay pájaro ni soy
ese del patio en donde estoy.





Garabato

Con un trozo de carbón
con mi gis roto y mi lápiz rojo
dibujar tu nombre
el nombre de tu boca
el signo de tus piernas
en la pared de nadie
En la puerta prohibida
grabar el nombre de tu cuerpo
hasta que la hoja de mi navaja
sangre
              y la piedra grite
y el muro respire como un pecho





Palpar

Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo





Duración

IV

Habla escucha respóndeme
lo que dice el trueno
lo comprende el bosque





A través

Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.


Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.





Alba última

Tus cabellos se pierden en el bosque,
tus pies tocan los míos,
Dormida eres más grande que la noche
pero tu sueño cabe en este cuarto.
¡Cuánto somos qué poco somos!
Afuera pasa un taxi
con su carga de espectros.
El río que se va
siempre
está de regreso.

¿Mañana será otro día?





Golden Lotuses (1)

4

Se desliza, amarilla y eléctrica,
por la piscina del hall.
Después, quieta,
brilla,
estúpida como piedra preciosa.





El otro

Se inventó una cara.
Detrás de ella
vivió, murió y resucitó
muchas veces.
Su cara
hoy tiene las arrugas de esa cara.
Sus arrugas no tienen cara.





Epitafio de una vieja

La enterraron en la tumba familiar
y en las profundidades
tembló el polvo del que fue su marido.





Efectos del bautismo

El joven Hassan,
por casarse con una cristiana,
se bautizó.
El cura,
como a un vikingo,
lo llamó Erik.
Ahora
tiene dos nombres
y una sola mujer.





Prueba

Si el hombre es polvo
esos que andan por el llano
son hombres





Intermitencias del oeste (2)

(Canción mexicana)

Mi abuelo, al tomar el café,
me hablaba de Juárez y de Porfirio,
los zuavos y los plateados.
Y el mantel olía a pólvora.

Mi padre, al tomar la copa,
me hablaba de Zapata y de Villa,
Soto y Gama y los Flores Magón.
Y el mantel olía a pólvora.

Yo me quedo callado:
¿de quién podría hablar?





Madrugada al raso

Los labios y las manos del viento
el corazón del agua
                                      un eucalipto
el campamento de las nubes
la vida que nace cada día
la muerte que nace cada vida

Froto mis párpados:
el cielo anda en la tierra





La exclamación

Quieto
            no en la rama
en el aire
                  No en el aire
en el instante
                          el colibrí





Prójimo lejano

Anoche un fresno
a punto de decirme
algo —callóse.





Escritura

Yo dibujo estas letras
como el día dibuja sus imágenes
y sopla sobre ellas y no vuelve





Juventud

El salto de la ola
                               más blanca
cada hora
                     más verde
cada día
                 más joven
la muerte





Pasaje

Más que aire
                        más que agua
más que labios
                        ligera ligera
Tu cuerpo es la huella de tu cuerpo





Maithuna

Mis ojos te descubren
desnuda
                        y te cubren
con una lluvia cálida
de miradas



Anoche
en tu cama
éramos tres:
tú        yo        la luna





Custodia













A vista de pájaro

A Guillermo Sucre

Furiosamente
gira
sobre un reflejo
cae
en línea recta
afilada
blancura
asciende
ya sangriento el pico
sal dispersa
apenas línea
al caer
recta
tu mirada
sobre esta página
disuelta





Al vuelo (1)

Alba

Sobre la arena
escritura de pájaros:
memorias del viento.



Calma

Luna, reloj de arena:
la noche se vacía,
la hora se ilumina.





Insomne

Vigilia del espejo:
la luna lo acompaña.
Reflejo tras reflejo
urde tramas la araña.

Apenas parpadea
el pensamiento en vela:
no es un fantasma ni idea
mi muerte centinela.

No estoy vivo ni muerto:
despierto estoy, despierto
en un ojo desierto.





Al vuelo (2)

Proverbio

Lodo del charco quieto:     
mañana polvo
bailando en el camino.





Hermandad

Homenaje a Claudio Ptolomeo

Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.





Epitafio sobre ninguna tumba

Epitafio sobre ninguna piedra:
Mixcoac fue mi pueblo: tres sílabas nocturnas,
un antifaz de sombra sobre un rostro solar.
Vino Nuestra Señora, la Tolvanera madre.
Vino y se lo comió. Yo andaba por el mundo.
Mi casa fueron mis palabras, mi tumba el aire.






Árbol adentro

Creció en mi frente un árbol.
Creció hacia dentro.
Sus raíces son venas,
nervios sus ramas,
sus confusos follajes pensamientos.
Tus miradas lo encienden
y sus frutos de sombras
son naranjas de sangre
son granadas de lumbre.
Amanece
en la noche del cuerpo.
Allá adentro, en mi frente,
el árbol habla.

Acércate, ¿lo oyes?







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