Epigramas
pugilísticos de Lucilio en la Antología
Palatina
Introducción,
notas y versiones de César Abraham Navarrete Vázquez
Para mi hermana.
Hace algunos años, mientras
estudiaba griego antiguo en la Universidad Pontificia de México, traduje
algunos epigramas de la Antología Palatina. Después de mucho tiempo vuelvo a este
ejercicio, esperando que los textos esclarezcan el pasado de una actividad tan seguida
en la actualidad: el boxeo.
El
pugilato en la antigüedad
Ánfora panatenaica con escena de pygmaquia, la “lucha de los puños”. Aproximadamente del 336 a. C. |
La primera referencia escrita
sobre el pugilismo —πυγμαχία, pygmakía:
lucha de puños— de que se dispone data del siglo ocho antes de Cristo, y se
debe al poema homérico de la Ilíada (XXXIII,
651-699), en traducción de Rubén Bonifaz Nuño, a partir del 683, en que se
narra la lucha entre Epeo y Euríalo:
Primero
le presentó el cinturón, y enseguida
le donó
bien cortadas correas de toro salvaje.
Y
ambos, en ciñéndose, fueron a mitad de la liza,
y en
alzando al frente las robustas manos a una,
arremetieron,
y se les mezclaron, pesadas, las manos.
Terrible
estruendo de quijadas se hizo, y corría el sudor
doquier
de sus miembros; y se alzó Epeo divino,
y la
mejilla, al que en torno miraba, golpeó, y ya no mucho
se sostuvo,
pues se le rindieron los miembros preclaros.
Como
cuando un pez es volteado, al hincharse el mar bajo el Bóreas,
en la
orilla cubierta de algas, y lo envolvió una gran ola,
así él
se volteó al ser tundido. Empero, el magnánimo Epeo
lo
alzó, asido en sus manos, y sus compañeros, cercándolo,
lo
guiaron, arrastrando él los pies, a través de la liza,
sangre
densa escupiendo, echando a un lado la testa,
y
guiándolo desvanecido, lo pusieron entre ellos,
y ellos
mismos, en yéndose, la copa doble cuidaron.
Detalle de púgiles. Uno de los adversarios levanta el dedo en señal de rendición. |
La tradición apunta que esta
práctica se introdujo en el programa de los Juegos Olímpicos en el año 688 a.C.
—la primera Olimpiada se sitúa históricamente en el 776, aunque hay elementos que
señalan un origen anterior—, siendo Onomastos de Esmirna el campeón inaugural,
y a quien se atribuye su reglamento básico: la prohibición de abrazar, rasguñar
y morder. Si alguien violaba dichas reglas, un oficial blandía a la distancia
una larga vara bifurcada para fustigar al infractor.
Detalle de ánfora en que, al igual que en la ilustración anterior, uno de los combatientes se rinde al levantar el dedo índice. Aproximadamente del año 500 a. C. |
Al tratarse de un evento sin
límite de tiempo establecido, el pugilato era una actividad extenuante en que
los contrincantes terminaban seriamente lastimados, después de combatir incluso
durante un día entero. El resultado dependía de la rendición —levantando el
dedo índice— o la pérdida de sentido —cuando no la muerte— de uno de los
participantes: refiere un proverbio griego que “una victoria de pugilato sólo
se logra con sangre”.
Al igual que el pancracio, el
pugilato se llevaba a cabo sobre una skamma,
superficie de tierra batida cuya dimensión determinaban los jueces.
Fresco de los Niños púgiles, originalmente ubicado en el sector B de la casa Xeste 3 de Akrotiri, Santorini. Museo Arqueológico Nacional de Atenas. |
Los hymantes, correas de cuero curtido de cuatro metros de longitud,
fungían como precursor de los guantes. Cada púgil decidía su uso: unos se
envolvían las manos, otros los nudillos, e incluso algunos otros peleaban sólo
con una mano enrollada tal como lo muestra el fresco de los Niños boxeadores, hallado
en Thera: Santorini.
Los púgiles combatían desnudos.
Esparcían sobre su cuerpo una delgada capa de arena, una vez que se habían
untado con aceite.
Detalle de escultura donde se muestra el antecedente del guante de boxeo. |
En el siglo IV a. C. los
griegos desarrollaron unos guantes con mayor dureza exterior, pero acolchonados
en el interior, a los que llamaron sphairai
o episphairai, empleados
originalmente para entrenar, y que después usaron en el combate. El entrenamiento
se llevaba a partir del golpeo de korykos,
sacos llenos de arena, mijo o harina.
Caestus, modelo antiguo de guante, con incrustaciones de metal, con que los púgiles infligían gran daño a sus oponentes. |
En la época romana, los pugilistas,
quienes ya usaban calzoncillo, se enrollaban correas de piel en las manos, a
las cuales se les denominaba “hormigas” —Lucilio alude a ellas en el epigrama 78
del Libro XI de la Antología Palatina—
por las dolorosas picaduras que causaban, y le incorporaron piezas de metal. A
este modelo se le llamó caestus.
El historiador Dion Crisóstomo,
en sus Discursos 28 y 29, elogió al
púgil Melankómas —con quien el emperador Tito sostuvo una escandalosa relación,
según Temistio.
Los
epigramas pugilísticos de la Antología
Palatina
Como otros epigramas dedicados
a atletas que figuran en el libro XI de la Antología
Palatina, estos textos sobre pugilistas, que van del 75 al 81 —el único que
no traduje fue el 78, dedicado a Apolófanes por considerarlo soso y que
requeriría de más notas explicativas que superarían en extensión al poema
mismo—, son parodias de las fórmulas e inscripciones agonísticas —es decir
aquellas dedicadas a los certámenes, luchas y juegos públicos—, donde se
exaltaban las cualidades de los vencedores. Las asociaciones atléticas solían
erigir dichas estatuas —el geógrafo e historiador griego, Pausanias, ofrece una
descripción de las estatuas dedicadas a los atletas en el Libro VI de su Descripción de Grecia. La efectividad de
estos epitafios estriba en que en vez de enumerar sus triunfos, se repasan sus
fracasos y pérdidas.
Lucilio
Algunas hipótesis identifican a
nuestro autor con el destinatario de las Cartas
de Lucio Anneo Séneca, y otras con el gramático Lucilo de Tarra. Lo cierto
es que la información más fidedigna es la que ofrecen sus propios epigramas, de
los cuales se infiere que vivió en la época de Nerón —siglo I d.C.—, y que era
uno de los muchos graeculi —término peyorativo,
acuñado por el orador Cicerón, para los griegos que buscaban dinero y
protección de las clases pudientes romanas, ofreciendo sus servicios como
instructores de poesía y filosofía— a los que favoreció el emperador.
Si bien Lucilio exagera los
rasgos de los personajes y sus acciones, prestando atención a los detalles
pueden extraerse elementos cotidianos de la sociedad de su tiempo.
Se conservan 150 epigramas
satíricos de su autoría.
Sobre
la traducción
Comencé por traducir
textualmente los epigramas que a continuación presento. Como lo he puntualizado
en otro lugar, siempre prepondero la literalidad sobre la reinterpretación; sin
embargo, a medida de que avanzaba en este ejercicio, me percaté de que, dado el
carácter tanto de la obra como del autor, así por los juegos de palabras de los que se vale, una traducción libre sería más apropiada, ya que me permitiría
prescindir de algunas partículas cuya función en el texto original es
indispensable, mas no en nuestra lengua.
De este modo, trabajé las
traducciones directas, y una vez terminadas, me avoqué a realizar las versiones
que se leerán. Esta licencia me permitió mayor fluidez en español, además de
que, siguiendo el ejemplo del propio Lucilio, me valí de la jerga pugilística
para infundirle mayor verosimilitud y actualidad.
Como aficionado al boxeo, he
conocido narraciones de comentaristas mexicanos, argentinos, cubanos..., que si
bien comparten idioma, finalmente aflora la cultura de cada cual.
Traté, en la medida de mis
posibilidades, de usar términos que comprendiera cualquier hispanohablante —cuando
lo consideré oportuno, realicé algún guiño a este deporte en mi país. También decidí
respetar aquellos como púgil y sus derivaciones —que a las personas de este
tiempo les resultan familiares si las entiende como metáforas— porque, después
de todo, se relacionan con un período concreto.
En cuanto a las notas al pie,
las hay de dos tipos. Las primeras explicitan el contexto del epigrama, en
tanto que las segundas son explicaciones sobre mis versiones.
El texto en griego proviene de The Greek Anthology. with an English Translation by. W. R.
Paton. London. William Heinemann Ltd. 1926. 4.
Epigramas
pugilísticos de Lucilio
75.
οὗτος ὁ νῦν τοιοῦτος Ὀλυμπικὸς εἶχε,
Σεβαστέ,
ῥῖνα,
γένειον, ὀφρῦν, ὠτάρια,
βλέφαρα:
εἶτ᾽ ἀπογραψάμενος
πύκτης ἀπολώλεκε
πάντα,
ὥστ᾽ ἐκ τῶν
πατρικῶν μηδὲ λαβεῖν τὸ μέρος:
εἰκόνιον
γὰρ ἀδελφὸς ἔχων
προενήνοχεν αὐτοῦ,
καὶ κέκριτ᾽ ἀλλότριος,
μηδὲν ὅμοιον ἔχων.
75.
[A
Olímpico]
Éste que ahora ves como
Olímpico, Augusto,
tenía nariz, mentón, cejas,
orejitas, párpados:
después se inscribió en el
pugilato, y lo perdió todo,
de modo que no pudo hacerse de su
parte de herencia.
Así pues, su hermano presentó un
retrato suyo como prueba,
y los jueces fallaron que era un
extraño que ni siquiera se parecía.
__________
Con el nombre del personaje del
epigrama se alude burlescamente a los Juegos Olímpicos que, como su nombre lo
indica, se celebraban en Olimpia.
Lucilio presenta a su
protector, el emperador Nerón, como un participante de esta competencia. El
historiador, Suetonio, en Los doce
césares (Nerón, XXXIX) refiere la benevolencia que el genocida tuvo para
aquellos que lo atacaron mediante epigramas tanto en griego como en latín, a
diferencia, por ejemplo, de Calígula (XXVII), quien mandó a quemar en el
anfiteatro a un autor que escribió un verso equívoco.
El adjetivo griego σεβαστιάς, sebastiás, equivalía al latín
«Augusto». Una traducción aproximada del término es «honrado» o «venerado».
En el verso final agregué «jueces»,
y opté por «fallar» en vez de «resolver», en el contexto jurídico del epigrama que
se presta para ello.
76.
ῥύγχος ἔχων τοιοῦτον, Ὀλυμπικέ, μήτ᾽ ἐπὶ κρήνην
ἔλθῃς, μήτ᾽ ἐνόρα πρός τι διαυγὲς ὕδωρ.
καὶ σὺ γάρ, ὡς Νάρκισσος, ἰδὼν τὸ πρόσωπον ἐναργές,
τεθνήξῃ, μισῶν σαυτὸν ἕως θανάτου,
76.
[A
Olímpico]
Con semejante hocico, Olímpico,
no te puedes dirigir
hacia la fuente, ni allegarte
cerca del agua diáfana.
También tú, sin duda, como
Narciso, al ver tu rostro real,
sucumbirás, odiándote a ti
mismo hasta la muerte.
__________
Narciso,
hijo de la ninfa Liríope de Tespia, era un mancebo hermoso que rechazó a Eco, ninfa
que había sido maldecida por Hera. Némesis lo castigó, haciendo que se
enamorara de su propia imagen reflejada en el agua. En el lugar donde Narciso
se ahogó, creció una hermosa flor. En las Metamorfosis
(III, 339-510) de Ovidio se puede consultar esta versión.
El verbo en griego significa «morir,
caer en el combate». Así, opté por «sucumbir».
77.
εἰκοσέτους
σωθέντος Ὀδυσσέος εἰς τὰ πατρῷα
ἔγνω τὴν μορφὴν Ἄργος ἰδὼν ὁ κύων:
ἀλλὰ σὺ πυκτεύσας,
Στρατοφῶν, ἐπὶ τέσσαρας
ὥρας,
οὐ κυσὶν ἄγνωστος,
τῇ δὲ πόλει γέγονας.
ἢν ἐθέλῃς τὸ πρόσωπον
ἰδεῖν ἐς ἔσοπτρον
ἑαυτοῦ,
‘οὐκ εἰμὶ Στρατοφῶν’, αὐτὸς ἐρεῖς ὀμόσας.
77.
[A
Estratofonte]
Cuando Odiseo regresó a salvo a
su patria
después de veinte años, su
perro, Argos,
lo reconoció al ver su aspecto.
Pero tú, Estratofonte, después
de pelear
cuatro horas, no te volviste
irreconocible
para los perros, aunque sí para
las personas.
Si quisieras mirar tu propio
rostro en el espejo,
tú mismo dirías: “Juro que no
soy Estratofonte.”
__________
Odiseo pasó veinte años lejos
de Ítaca: diez durante la Guerra de Troya, y otros diez tratando de regresar a
su patria. El pasaje al que alude el epigrama se localiza en la Odisea (Canto XVII, 290-327), donde el
viejo perro de Odiseo, Argos, tumbado en el estiércol y lleno de pulgas, lo
reconoce bajo su disfraz de mendigo, antes de mover la cola y perecer.
En el texto original hay un
juego de palabras, basado en el cambio de espíritu entre el «período natural de
tiempo» (ὥρας) y «cuidado» que,
evidentemente, se pierde al traducirlo al español.
El verbo griego significa «pelear
a puñetazos». Sobreentendí los puñetazos y opté por «pelear» simplemente.
Preferí «personas» a «ciudad».
79.
πύκτης ὢν κατέλυσε
Κλεόμβροτος: εἶτα γαμήσας
ἔνδον ἔχει
πληγῶν Ἴσθμια
καὶ Νέμεα,
γραῦν
μαχίμην, τύπτουσαν Ὀλύμπια, καὶ τὰ παρ᾽ αὐτῷ
μᾶλλον ἰδεῖν
φρίσσων ἤ ποτε τὸ
στάδιον.
ἂν γὰρ ἀναπνεύσῃ,
δέρεται τὰς παντὸς ἀγῶνος
πληγάς, ὡς ἀποδῷ: κἂν ἀποδῷ,
δέρεται.
79.
[A
Cleómbroto]
El púgil Cleómbroto se retiró. Pero,
después de casarse,
recibe en su hogar los golpes
de Istmia y Nemea
de una vieja combativa que pega
como en Olimpia;
y al sentir lo que soporta junto
a sí se estremece más
de lo que lo hizo alguna vez en
el estadio.
Si descansa, lo despelleja a
golpes para que pelee,
y si rehúye el combate cuerpo a
cuerpo, lo desuella.
__________
Cleómbroto significa «la gloria
de los mortales», y remite a un personaje histórico: Cleómbroto I, rey de
Esparta de 380 a 371 a.C., tristemente recordado por la derrota que sufrió el
último año de su vida ante los tebanos —a quienes superaba por 3, 000 soldados—
en Leuctra, lo que supuso el surgimiento de Tebas.
Alusión a los Juegos
Panhelénicos de la antigua Grecia: El autor se refiere a ellos a partir de sus nombres
poéticos. Éstos eran: Olímpicos, juegos deportivos celebrados en Olimpia;
Píticos, juegos poéticos, celebrados en Delfos; Nemeos, competencia de jinetes
celebrada en Argos; e Ístmicos, celebrados en Corinto.
Como lo mencioné al principio,
traté de dotar al texto con un lenguaje boxístico, manteniendo los sentidos
doméstico y sexual que privan en el original. El hallazgo en la traducción del
verbo pelear, el cual al conjugarse fonéticamente se semeja a pelar, evidencia
mi intención. En el verso final agregué el «cuerpo a cuerpo», que remite a la
frase «la lucha de cuerpo a cuerpo, y cara a cara» del “Doctor” Alfonso
Morales, uno de los cronistas boxísticos más experimentados de México, así como al viejo tópico del amor como guerra.
80.
οἱ
συναγωνισταὶ τὸν
πυγμάχον ἐνθάδ᾽ ἔθηκαν
Ἆπιν οὐδένα γὰρ πώποτ᾽ ἐτραυμάτισεν.
80.
[Al
pugilista Apis]
Los compañeros de batalla
erigimos aquí una estatua al púgil
Apis, pues nunca golpeó a nadie
en modo alguno.
__________
Apis, el toro sagrado, era un
dios solar de la fertilidad, posteriormente asimilado con la Muerte. De acuerdo
con el historiador Suetonio, se experimentó una simpatía por lo egipcio durante
el reinado de Nerón. Marcial en los Epigramas
y Juvenal en las Sátiras también darán
cuenta de ello.
A pesar de su brevedad, este
epigrama es pródigo en burlas. Por ejemplo, dedicarle una estatua a un boxeador
que jamás lastimó a nadie por parte de sus contrincantes.
81.
πᾶσαν ὅσαν Ἔλληνες ἀγονοθετοῦσιν ἅμιλλαν
πυγμῆς Ἀνδρόλεως πᾶσαν ἀγωνισάμαν.
Ἔσχον δ᾿ ἐν Πίσῃ μὲν ἓν ὠτίον, ἐν δὲ Πλαταιαῖς
ἓν βλέφαρον· Πυθοῖ δ᾿ ἄπνοος ἐκφέρομαι·
Δαμοτέλης δ᾿ ὁ πατὴρ καρύσσετο σὺν πολιήταις
ἆραι μ᾿ ἐκ σταδίων ἢ νεκρὸν ἢ κολοβόν.
81.
[A
Androleo]
En todos los Juegos que los
griegos organizaron
con pruebas pugilísticas, yo,
Androleo, contendí:
En Pisa gané una orejita, en
Platea perdí un párpado;
en Pitón se me levantó exánime.
Mi padre, Damóteles,
y mis conciudadanos, anunciaron
que siempre
salí del estadio en hombros:
muerto o maltrecho.
__________
El pugilato formaba parte del
programa de los antiguos Juegos Olímpicos junto a las carreras, el pentatlón, la lucha
libre, el pancracio y los ecuestres.
La traducción textual de este
verbo es «tener». Aunque pude traducir «obtener» como símbolo de victoria, opté
por «ganar», y agregar, por contraste, «perder», en el siguiente enunciado.
«Sacar» sería la traducción
literal, aunque otra de sus acepciones es «llevar a enterrar». Yo preferí «levantar».
La literalidad señala «sacar
fuera del estadio». Pero yo quise resaltar el carácter irónico del epigrama, y
traduje «salir del estadio en hombros».
Opté por «maltrecho»: maltratado,
malparado, de acuerdo con la definición del DRAE, aunque el término más directo
fuera «mutilado».
Llama la atención cómo el género epigramático se presta principalmente para aludir a los derrotados. Muy interesantes, tanto la nota como tu traducción.
ResponderEliminar—Muchas gracias por disponer de tu valioso tiempo para comentar, Digitígrado. Concuerdo plenamente contigo, y por ello el epigrama satírico es mi género predilecto, ya que le da voz a aquellos que no la tienen de otro modo —lo paradójico y terrible, es que se las brinda a partir de la exaltación de sus vicios y defectos. Te mando un saludo cordial.
EliminarCésar Navarrete.
AMOR YA SABES QUE SOY TU PRIMERA LECTORA Y ADMIRADORA DE TODO LO QUE PUBLICAS Y ME SIENTO COMO MAMÁ GALLINA AL DARME CUENTA, TODO LO QUE HAY EN TU CABECITA, LO QUE HAS LOGRADO AL VIAJAR, LEER Y ADQUIRIR TANTOS CONOCIMIENTOS QUE ADEMAS NOS LOS COMPARTES. TE FELICITO POR TODO ESTE ESFUERZO QUE HACES PARA COMPARTIRLO CON TODOS LOS QUE TE ADMIRAMOS Y TE LEEMOS Y ME CONSTA TU ESFUERZO, TUS DESVELADAS Y TODO LO QUE OBSERVO QUE HACES PARA TENER TANTOS CONOCIMIENTOS Y DE TAN VARIADOS TEMAS. TE AMO INFINITAMENTE Y TE ADMIRO. LO QUE LAMENTABLEMENTE NO PODRAS DEJAR DE HACER ES ESO QUE TANTO DETESTAS QUE ES BARRER , TRAPEAR Y ARREGLAR TU CUARTO. AUNQUE SE QUE ESO TAMBIEN TE DEJARA CONOCIMENTOS Y PODRAS ESTAR EN UN AMBIENTE MUY AGRADABLE, LO QUE TE PERMITIRA LOGRAR AUN MAS IDEAS Y CONOCIMIENTOS . TE AMA EL NIÑO.
ResponderEliminarExcelente documentación César; además, muy bien seleccionada, ya que logras dotarla de belleza. Me gustó mucho y me pareció muy interesante. Creo que ya es hora de que compiles tu trabajo y vayas por una publicación editorial. ¡Mil gracias!
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